Aunque cada vez más, el mindfulness se reconoce como una gran herramienta de salud y bienestar, todavía hay quién no acaba de comprender exactamente lo que es o cómo funciona. Es probable que algunos de tus clientes todavía tengan muchas dudas respecto a este tema, y que necesiten más información para animarse a probar The Mindful Touch, por eso hoy queremos explicarte bien qué NO es el mindfulness.
El mindfulness NO es… dejar la mente en blanco.
Dejar la mente en blanco parece una tarea imposible para la mayoría de las personas, y es que, efectivamente, lo es: cada 7 segundos nos viene un pensamiento a la mente. Afortunadamente, el mindfulness no requiere ese esfuerzo, sino que te lleva a saborear el momento presente, sintiendo cada detalle. Tu mente se calma, sí, pero porque está concentrada en todo lo que ves, sientes y escuchas.
El mindfulness NO te obliga a seguir ninguna religión.
El éxito del mindfulness en Occidente se debe, principalmente a Jon Kabat-Zinn, fundador de la Clínica de Reducción del Estrés y el Centro de Mindfulness para Medicina, Salud y Sociedad de la facultad de Medicina de la Universidad de Massachussets. Él integró algunas técnicas de meditación budista con otros ejercicios para desarrollar lo que hoy entendemos como mindfulness. Esta es la única relación con una religión que se puede encontrar.
El mindfulness NO es… entrar en trance o promover experiencias extrasensoriales.
Esta es una técnica muy “terrenal”, avalada por numerosos estudios científicos. Está basada en cómo funciona nuestro cerebro y en los neuroquímicos beneficiosos que libera en determinadas circunstancias. Así que los escépticos pueden consultar incontables fuentes de lo más rigurosas (como ensayos publicados por la universidad de Harvard, por ejemplo) que explican los beneficios del mindfulness.
El mindfulness NO te roba demasiado tiempo.
Si piensas que necesitas 2 horas cada día para notar los beneficios del mindfulness, te equivocas. Con tan sólo 10-15 minutos de práctica diaria ya estarás dejando una huella neuronal en tu cerebro, y conseguirás adquirir una mayor conciencia de tus pensamientos, de modo que ya no te dejarás arrastrar por ellos. Con esta dedicación puedes llegar a revertir tu edad biológica hasta 7 años, ya que el mindfulness te da muchísima energía y capacidad de concentración.
El mindfulness NO te obliga a estar quieto ni
en la posición del loto.
Aunque no te lo creas, puedes practicar mindfulness en movimiento. Existen numerosos ejercicios que te ayudan a enfocarte en el presente mientras te mueves. En todo caso, si prefieres estar parado, no es necesario que te sientes con las piernas cruzadas, de hecho esta postura resulta complicada para la mayoría de personas. Erguido en una silla estarás más cómodo y es igualmente efectivo.
El mindfulness NO es… una manera de huir
de la realidad y las rutinas.
Al contrario, el mindfulness nos ancla en el presente, para que podamos valorarlo en toda su grandeza. Porque todo lo que necesitamos para ser felices está al alcance de nuestra mano, no hay que huir de la realidad para vivir mejor, si sabemos ver y apreciar el momento, el cambio que experimentaremos será maravilloso.
