La Navidad se aproxima y me gustaría invitarte a reflexionar acerca de cómo nos sentimos realmente en estas fechas.
Muchas veces no es fácil afrontar las fiestas. Las emociones están a flor de piel, y es una época que puede resultar estresante para algunas personas. Tenemos que pensar en los regalos para todos, arreglar luces, decidir menús, componer adornos, escoger ropa especial. Es probable, además, que tú estés en el núcleo de ese ciclón, coordinando las cosas para que los corazones de todos se impregnen con el destello de la Navidad tal como la viven los niños.
Por otro lado, estos son unos días de muchísimo trabajo para ti. Te visitarán muchos clientes que necesitan tu ayuda para verse y sentirse mejor, para lucir su mejor aspecto en las celebraciones. Clientes que sufrirán también los nervios que trae consigo el mes de diciembre, esta vorágine estacional en la que logras combatir el frío exterior proporcionando calor interior. Con aprecio y capacidad organizativa al mismo tiempo. No sólo mimas su piel y su cuerpo, a menudo los escuchas y aconsejas. Estás ahí para lo que necesiten, apoyándoles en lo que puedes. Puedes sentirte orgullosa de cómo eres y de todo lo que das. De todo lo que logras cada día. Y, sobre todo, en Navidad.
Por otro lado, estos son unos días de muchísimo trabajo para ti. Te visitarán muchos clientes que necesitan tu ayuda para verse y sentirse mejor, para lucir su mejor aspecto en las celebraciones. Clientes que sufrirán también los nervios que trae consigo el mes de diciembre, esta vorágine estacional en la que logras combatir el frío exterior proporcionando calor interior. Con aprecio y capacidad organizativa al mismo tiempo. No sólo mimas su piel y su cuerpo, a menudo los escuchas y aconsejas. Estás ahí para lo que necesiten, apoyándoles en lo que puedes. Puedes sentirte orgullosa de cómo eres y de todo lo que das. De todo lo que logras cada día. Y, sobre todo, en Navidad.
La pregunta que ahora tengo para ti es: ¿Y a ti, quién te cuida?
Déjanos ayudarte con The Mindful Touch y, a través de este tratamiento, con esa gran herramienta que es el mindfulness. Este es, sin duda, el mejor regalo que puedes hacerles a tus clientes. Un ritual con el que recuperarán la paz interior, que les ayudará a restablecer e iluminar el maravilloso ser humano que son. Además, The Mindful Touch es también un obsequio muy especial que ellos pueden hacer a sus seres queridos. Porque no hay mejor forma que mostrar aprecio que regalar tiempo, mimos y serenidad.
Pero, sobre todo, no olvides que The Mindful Touch es también el mejor regalo que puedes hacerte a ti misma. Porque, cuanto más lo practiques, más notarás sus beneficios. Poco a poco, te sentirás más conectada con tus clientes. Y contigo misma. Más en calma y más serena. Más plena. Con una energía y una tranquilidad que te ayudarán a afrontar cualquier dificultad con la que te enfrentes. ¿Te imaginas algo mejor que añadir a tu lista de deseos? Regálate el placer de sentirte bien. Te lo mereces.